jueves, 3 de enero de 2008

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CELEBRAR EL CUMPLEAÑOS

¡Que gran emoción!

Ya llega ese día único que simboliza que una etapa se cierra en el crecimiento del pequeño, y comienza otra llena de nuevos desafíos y alegrías. Está de cumpleaños y hay que celebrarlo. El cumpleaños es una ocasión para entregar cariño al homenajeado, haciéndole sentir lo importante que es para su familia y amigos. Un ritual muy positivo en el desarrollo de todo ser humano, según aseguran los especialistas. Esto tiene especial importancia en la niñez, ya que las fiestas de cumpleaños -pequeñas o grandes- hacen sentirse al niño especial y querido, reforzando así su autoestima”, señala la Orientadora Familiar Patricia Duclerc. Para ello es importante planificar un cumpleaños acorde a la edad, gustos y características personales del niño. Actualmente, la tendencia es hacer fiestas fuera de casa, ya sea en locales especializados o restoranes de comida rápida que ofrecen atractivas alternativas para el festejado y sus amigos, al mismo tiempo que se convierten en una solución práctica para aquellos padres que por falta de tiempo o espacio no pueden organizar el evento. A juicio de la orientadora, más allá del lugar o elaboración de la fiesta, lo importante es que se mantenga la calidez y el sentido propio de ese día especial.

¿Por qué celebrar?

En distintas culturas y niveles sociales, el cumpleaños recuerda el día en que un ser humano llegó al mundo. Se celebra para darle relevancia a este hecho y expresar los deseos de felicidad para el futuro. El tipo de celebración depende de las tradiciones y estilo de cada familia. A juicio de la orientadora familiar Patricia Duclerc, no hay nada malo en las grandes fiestas, siempre que conserven el verdadero sentido del cumpleaños y el niño lo perciba como un día especial y lleno de alegría, y no sólo como una oportunidad para recibir regalos. A través de un buen recuerdo, se les va marcando a los niños el transcurso de un año, favoreciendo de este modo el desarrollo de la noción del tiempo. Es bueno que los padres les recuerden, por ejemplo, cómo fue el día en que nacieron o que les hagan ver cómo han avanzado de un año a otro. ‘Te acuerdas que el año pasado hicimos tal cosa’ o ‘tú eras así y ahora estás distinto’, son comentarios que a los pequeños les ayudan a entender que están creciendo, a pesar de que aún no tengan una comprensión clara del tiempo.

Lo mismo ocurre con las fotografías y videos. Captar imágenes de estos momentos especiales es más que inmortalizar recuerdos. Al verlas, los niños pueden reconocerse a sí mismos en distintas situaciones, lo que les ayuda a fortalecer su identidad. Además, a medida que van creciendo, les da la posibilidad de compararse entre cómo eran antes y cómo son en la actualidad, reconociendo las diferencias entre ser “grandes” y ser “chicos”. También se puede aprovechar la ocasión para señalar los logros y aprendizajes que ocurrieron durante ese año, como “comenzaste a dormir solo en tu pieza” o “aprendiste a nadar”. Destacar estos avances, sin duda contribuye a reforzar la autoestima. Todos son importantes. No importa que el primer cumpleaños del niño no sea recordado por él. A esa edad lo más probable es que ni siquiera tenga conciencia de que tanto ajetreo y convocatoria de gente es en su honor. Sin embargo puede percibir el ambiente de alegría que lo rodea, y tendrá la primera noción de las celebraciones. A los dos años, ya se dan cuenta que son el centro de la fiesta y a partir de los tres, son capaces de jugar en grupo con amigos y primos invitados a la reunión. Más adelante, podrá elegir a quién invitar y cómo celebrar. Así, sucesivamente, cada cumpleaños será distinto y especial. Sin embargo, hay que tener delicadeza, ya que en ocasiones el cumpleañero pude derramar más de alguna lágrima. Es el caso de algunos niños muy pequeños enfrentados a una enorme cantidad de gente y estímulos, o bien, niños introvertidos forzados a ser los protagonistas de actividades que no son de su agrado. Para que ello no ocurra, jamás pierda de vista las necesidades del pequeño, de acuerdo a su edad y sus características personales, y en lo posible, hágalo participar de los preparativos. Si planifica todo considerando los gustos del festejado y, además, añade mucho cariño a la tarea, lo más probable es que resulte una fiesta de cumpleaños perfecta.

¿QUÉ ES EL ORIENTADOR FAMILIAR?

El Orientación Familiar ejerce el rol de orientar a la familia y a la persona humana como:

· Facilitador de procesos de desarrollo y crecimiento personal y familiar: es decir, promueve y facilita procesos de desarrollo y crecimiento de la familia y de cada uno de sus miembros orientándolos en el transcurso de sus etapas y procesos de desarrollo normales, de manera tal que estos sean asumidos en forma positiva y plena y procurando el encuentro de soluciones a sus problemas de manera consciente, libre, razonada y responsable.

· Promotor y defensor de la familia, de su desarrollo y fortalecimiento: promueve y defiende a la familia como institución fundamental para el desarrollo humano y social, anunciando su valor y dignidad; y denunciando toda situación que tienda a reducirla o destruirla. Acompaña y aconseja a la familia en el trascurso de sus etapas y procesos de desarrollo normales, fortaleciéndola de manera que estos sean comprendidos y asumidos de manera plena.

· Educador informal: esta preocupado del desarrollo pleno de la familia y de sus miembros. Contribuye al desarrollo integral de la persona y de la familia colaborando con ella directa o indirectamente y con otras instituciones derivadas abocadas a la consecución de la perfección y plenitud de la persona humana.

FUNCIONES DEL ORIENTADOR FAMILIAR

· Defender: el orientador familiar por su formación y objetivo profesional defiende la familia como institución fundamental para el desarrollo humano y social, reconociendo su valor como el de cada uno de sus miembros, con acciones tendientes a resguardarla de situaciones que la amenazan y procurando sus derechos, estabilidad, fortaleza y el ejercicio autónomo de sus funciones.

· Promover: en su quehacer profesional se aboca a lograr el bien de la familia y el de cada uno de sus miembros, reconoce y promueve a la familia como comunidad de vida íntima cuya estructura de relaciones basadas en el amor incondicional hacia sus miembros resulta fundamental para el equilibrio y plenitud de la persona, por lo que exalta su valor y procura su sitial fundamental en la sociedad.

· Prevenir: realiza acciones tendientes a prevenir situaciones que puedan afectar negativamente a la familia y a sus miembros, orientando las posibles situaciones conflictivas que surgen en la vida familiar, además de las consecuencias de la problemática psicosocial y la repercusión de esta en la persona, en la dinámica familiar, y en la sociedad. La función preventiva la realiza a través de técnicas educativas dirigidas a la comunidad, al núcleo familiar o a sus miembros, como también a través de investigaciones que aporten elementos significativos que faciliten el diagnostico y la orientación adecuada a la problemática especifica de la familia.

· Orientar: guía a la familia y a sus miembros hacia su desarrollo y plenitud, asistiéndola en su normal crecimiento y en el encuentro de soluciones a su problemática en forma libre y responsable; además de orientarla en relación a acciones y programas de intervención relacionadas con su realidad concreta.

· Educar: en conjunto con la institución educativa (equipos multidisciplinarios, colabora con profesores, orientadores vocacionales, etc.) colabora con la familia para que ejerza positivamente su rol como primer responsable de la educación de sus hijos, especialmente en el área de formación de valores morales y virtudes. Entrega conocimientos, técnicas y desarrolla estrategias de modo que la familia y sus miembros enfrenten sus etapas, procesos y desafíos adecuadamente; además de realizar acciones tendientes a educar a la comunidad acerca del valor de la familia y de la persona humana y su necesaria protección.

· Capacitar: puede capacitar a la familia, a los padres y a sus miembros a asumir y ejercer en forma positiva y eficaz su rol con respecto al logro de la plenitud de sí mismos y de los otros; a través de la organización de talleres, de Escuelas para y de padres, de encuentros familiares, del adolescente, etc.

· Investigar: investiga en su quehacer profesional sobre aquellos tópicos y problemáticas propias de la vida y evolución familiar, detectando carencias y fortalezas de la familia y proponiendo caminos concretos de desarrollo, familiar como también desafíos de investigación a otros profesionales.

· Derivar: sobre la realidad personal y familiar, y por sobre la investigación que realiza de la persona o familia que solicita ayuda, la orienta y en caso absolutamente necesario, deriva a otros especialistas en forma oportuna.

· Coordinar: el orientador familiar guía y orienta el proceso de desarrollo de la familia o de alguno de sus miembros hacia su bien asistiendo en la solución a su situación y problemática, por lo que se encarga de planificar, ejecutar y evaluar, interviniendo en el proceso, mostrando posibles caminos y fomentando la toma de decisiones en forma oportuna y eficaz. Esta función puede realizarla a través del diseño y programación de cursos de orientación familiar como a través de la coordinación de equipos multidisciplinarios, de intervención familiar y de desarrollo de proyectos, entre otros